¡Hola mis bellas! Un poco tarde retomo las entradas Pantone, por lo que esta vez no anticiparé los tonos, sino más bien acompañaré la temporada. Como anuncié en la entrada anterior, sometí a votación cuál de las dos cartas debería reseñar, y los votos dieron a Nueva York. Así que sin más, vamos con el primer tono de la carta: Grenadine. 

Definido como un tono de rojo "poderoso, sugestivo y seguro de sí mismo", Grenadine podría catalogarse dentro de la familia del rojo coral, con el agregado de un poco de rosa que rebaja la saturación, lo que lo hace perfecto tanto para el invierno como para la primavera. Asimismo, al ser un color que está en la frontera entre lo cálido y lo frío, favorece a un amplio rango de tonos de pieles, así que apuesten a él con ganas. 

En materia de esmaltes, fue un poco complicado conseguir tonos que se ajustaran a Grenadine, pues la mayoría eran muy rosas, muy naranjas o muy rojos. No obstante, encontré algunos candidatos interesantes, como Glory [Dior],  Cajum shrim [OPI], Too too hot [Essie], Flora [Make my day] y Vermelho Sol Meu Iaia Ioiô [Risqué], que me pareció el exponente más fiel del tono.  

Una vez que vi este color, supe cuál esmalte usaría: Terracota [Kamena], un esmalte que no hace justicia a su nombre, pero que se acerca mucho a grenadine aunque le falta un toquecito de saturación [en la vida real es más rojo]. Se podría decir que la fórmula es un crelly de mucha cobertura que alcanza opacidad con dos capas, seca en tiempo normal a rápido y su acabado es brillante. No escurre a las cutículas y como es usual en la marca, la duración está entre los 3 a 5 días sin top coat con el usual desgaste en las puntas. A manera de resumen, es de esos colores que no dicen mucho en el frasco, pero en las uñas.. oh lalá.

¿Veredicto final? Amo este color, aunque no precisamente para esta temporada. En decoración e indumentaria lo elegiría para detalles, porque me parece un poco demasiado (aunque muero por tener un pulóver de este color). 

¿Qué les pareció Grenadine?

¡Nos vemos!